Los derivados financieros son instrumentos que permiten especular o cubrirse de los riesgos asociados a las fluctuaciones de los precios de los activos subyacentes, como acciones, divisas, índices o materias primas. Estos productos se basan en contratos que establecen las condiciones de compra o venta futura de dichos activos, sin necesidad de poseerlos físicamente.
Para invertir en el mercado de valores, es importante conocer los distintos tipos de derivados financieros, sus características, ventajas y riesgos, así como las estrategias que se pueden aplicar con ellos.
Los derivados financieros son productos no aptos para novatos. La CTFC advierte de su complejidad en varios documentos, por favor ¡tenlo en cuenta!
MEJORES LIBROS PARA ENTENDER LOS DERIVADOS FINANCIEROS…
¿Qué son exactamente los derivados financieros?
De forma general diremos que un derivado es un contrato cuyo valor está basado en otra cosa . Si ahondamos algo más vamos a ver que nos referimos a cualquier valor/título cuyo cuantía viene determinado por el precio de otro activo.
Este otro activo es lo que llamamos activo subyacente o subyacente. Los activos que hacen de subyacente pueden ser de naturaleza muy variada, tales como a acciones, bonos, materias primas, divisas, tasas de interés e índices, etc….
Pasado esta primera aproximación a los derivados, cabe preguntarse: ¿Para qué voy a necesitar un producto que está basado en el precio de otro activo?. ¿No sería más práctico adquirir directamente ese activo subyacente?.
Calma, solo hemos visto el cartel de entrada de la tienda, ahora vamos a ver cual es su utilidad práctica.
¿Cuándo y por qué surgieron los derivados financieros?
¿Para que usar un derivado financiero?
Los principales usos que se le pueden dar a los derivados son:
Cobertura de riesgo
La causa primaria por la que se da origen a los derivados viene por la necesidad de dar cobertura al riesgo relacionado con el mercado físico de cualquier activo.
Incertidumbre sobre fluctuaciones del precio
Supongamos que queremos cubrirnos del riesgo de las fluctuaciones de precio en el mercado físico del trigo. Los altibajos en el precio traen incertidumbre sobre el devenir del negocio de compradores (fabricantes) y vendedores (productores).
El precio del trigo es sensible a fluctuaciones significativas debido a factores como variaciones en el suministro o en la demanda.
Cuando cae el precio del trigo es malo para productores porque pueden obtener menos dinero de la cosecha. Sin embargo los fabricantes de cereales sí que son beneficiados debido un precio de coste de la materia prima más bajo.
Del mismo modo el aumento del precio es bueno para productores que obtendrán más dinero de sus cosechas , y malo fabricantes que incrementan sus costos.
Acuerdo para fijar un precio a futuro
Continuando con el supuesto, tenemos que el productor maneja una previsión para finales de año de que el precio del trigo caerá y por su parte el fabricante considera que el precio subirá. Son dos partes de un mismo negocio, vendedor y comprador, que además, tienen una previsión contrapuesta sobre la evolución del precio del trigo.
En un caso así ambas pueden formalizar un contrato en el que se fija el precio futuro al cual el trigo será vendido. Este contrato de futuro , es uno de los tipos de derivado existentes.
Pongamos por ejemplo que en la formalización del acuerdo, toman de precio de referencia el actual del trigo de 10 $. Ambas partes lo consideran un precio aceptable, dadas sus previsiones negativas, por lo que queda establecido que a final de año la cosecha es vendida al precio actual de mercado: 10 $.
La preocupación por si el precio sube o baja es eliminada al fijar un precio de venta a fecha de vencimiento. Con esta práctica el productor está protegido ante posibles caídas del precio del trigo; y del mismo modo el fabricante se está protegiendo ante el aumento del precio que prevé se produzca.
Remordimientos a posteriori. Dos juegan, uno gana
En los meses siguientes a la firma del contrato, si el precio del trigo cae el fabricante se lamentará de haber firmado y tener que comprar el trigo más caro que el cotiza en el mercado; y viceversa, si el precio sube, el productor será el que se lamente de no haber perdido la oportunidad de vender a mayor precio.
Se puede decir que aquella parte que leyó mejor las previsiones del mercado son los que realmente ganaron más en el acuerdo.
Un acuerdo de este tipo es una apuesta en la que solo uno puede puede ganar. Ambos son pronosticadores de una previsión contrapuesta, por eso, inevitablemente, uno tendrá la sensación de haber perdido y el otro ganado.
El resultado final para quien pronosticó mal no debe enturbiar que antes del contrato estaba insegura sobre el futuro del precio y buscaba cubrirse ante variaciones del precio desfavorables. El hecho es que el precio pactado en el momento de la contratación le era aceptable a sus intereses y eso es inamovible.
Derivados financieros como destino de especulación
A diferencia del punto anterior, ahora abordamos el uso derivados como fin especulativo, solo interesa el precio y la ganancia, no importa que hay detrás.
Globalmente es considerablemente mayor el volumen de contrataciones en derivados como instrumento para especular que el que mueve como cobertura de riesgo. Hay un gran número de expertos en el trading de futuros, opciones, etc… que llevan años operando con materias primas que lo más cerca (físicamente) de ellas que han llegado a estar sería a través de una pantalla de ordenador.
Para usar los derivados con el objetivo de especular tenemos distintos derivados que se ajustan al gusto y/o conveniencia de los operadores para el trading.
Tipos de derivados financieros
La aparición de nuevos formatos de derivados, lejos de desplazar a los que ya llevaban tiempo, han ayudado a completar y adaptar nuevos perfiles de especuladores y/o traders:
Forwards. Son contratos bilaterales personalizados para la compraventa de un activo a un precio especificado en una fecha de vencimiento específica . No son negociados en un mercado centralizado y no tienen un estándar regulado, esto los hace especialmente útiles para cubrir cualquier activo o circunstancia.
Futuros. Difieren de los anteriores en que sí que están estandarizados y regulados para que pueden negociarse en el mercado de futuros. Los futuros suelen ser utilizados para especular sobre mercancías, divisas, renta variable, etc….
Opciones. Al adquirir opciones (call o put) está adquiriendo el derecho de comprar o vender un titulo, valor u otro activo financiero, pero no la obligación de hacerlo (comprar o vender).
Warrants. Se pueden decir que son opciones, pues son muy similares pero tienen algunas pocas diferencias que los distinguen.
Swaps. Este derivado ya ofrece una explicación semántica de su uso (swap se traduce como “permuta”) y se refiere a que, bajo ciertas condiciones o factores, se da un intercambio de titulo o valor por otro .
Contrato por diferencia – CFDs. Son susceptibles de confundir con los futuros pues su formato y forma de contratar son similares. Sin embargo, los CFDs no son negociados en la bolsa de valores sino que lo hacen generalmente con brokers , la diferencia principal es la liquidez y financiación.