Su tipo de inversor revela cómo puede hacer avanzar su estrategia de inversión al siguiente nivel.
Antes de dar cualquier paso en bolsa, antes de elegir un broker, antes de abrir una cuenta, antes de planificar su cartera o elegir una estrategia de inversión, tiene que preguntarse seriamente ¿quién es usted? , y no se trata de una pregunta puramente filosófica, no, se trata de descubrir cual es su perfil de inversor para a partir de ahí enfocar la búsqueda de todo lo demás: productos financieros, cartera, broker, estrategia, etc…
Aunque cada persona en inversor, es un mundo y único como tal, podemos englobar los perfiles de inversor en los siguientes tipos:
- Pre-inversores.
- Inversores pasivos.
- Inversores activos.
Conocer en a que tipo de inversor perteneces te va a ser útil para conocer tus debilidades y fortalezas y en función de ello configurar un plan estratégico de inversión más eficiente.
Este primer paso que da antes de invertir, no es irreversible, es decir, en distintos momentos de su vida como inversor, será bueno que se plantee la misma cuestión para detectar si su perfil de inversor sigue igual o ha cambiado, digamos, a otro nivel.
La experiencia que va ganando en el tiempo es un factor importante en esta evolución, cada día, cada mes, cada año en el mercado, mejora su nivel como inversor, nada aporta tanto valor a un inversor como su sufrida y trabajada operativa durante años en el salvaje mercado financiero.
Una vez identificado su perfil de inversor, podrá averiguar cual se la mejor inversión para usted. Esto es importante porque porque una misma inversión y estrategia puede ser fantástica para una persona, pero sin embargo para otra ser una ruina, luego llegamos a la conclusión que para lograr ganancia no es solo encontrar un buen lugar para invertir sino que se adapte a su forma de invertir.
El Pre-inversor.
Si esta en esta web orientada a principiantes y novatos en el mundo de la bolsa, y está leyendo este artículo, más que probablemente su perfil actual es el de pre-inversor.
Básicamente diremos que un pre-inversor es alguien que está pensando en invertir, que hacer para ganar dinero en inversión o qué hacer con el que ya tiene para salvaguardarlo o rentabilizarlo, la motivación es lo de menos, la cuestión es que aún no ha entrado.
La característica primordial del pre-inversor es un conocimiento o preocupación por los temas financieros mínimos, no orientan sus pensamientos a la inversión, y por ello la gestión de su patrimonio , de sus ahorros, es susceptible de considerables mejoras. Suelen incluir algún plan de jubilación que en una ocasión un agente de fondos de inversión de su banco le abrió explicándole que era una buena forma de asegurarse una jubilación sin problemas económicos.
La idea de los pre-inversores para mejorar su situación financiera está centrada en el dinero que reciben por su salario y en los aumentos que de él puedan derivarse. A su vez ese dinero una vez obtenido tiene en su mayoría un objetivo de gasto o consumo y en menor medida de ahorro, y este último protegerlo de forma equivalente a meterlo en una hucha o debajo del colchón, es decir, se protege físicamente su tenencia, pero es inútil contra la inflación.
Es perfectamente válida esta forma de afrontar su realidad financiera, los pre-inversores que no se plantean pasar a otro nivel de inversor es por una fuerte aversión al riesgo, pero deben saber que su situación financiera, su vida, es susceptible de mejorar.
¿Es este su caso? Cuando piensa en su dinero, ¿se pregunta en que lo va a gastar o tal vez se pregunta como generar nuevos ingresos? ¿Eres un pre-inversionista? ¿Cómo está progresando su plan de ahorros e inversiones ? .
¿Nota ese cosquilleo, esa curiosidad de aventura en el proceloso mar de la bolsa? ¿Tal vez es momento de subir de nivel como inversor? .
El inversor pasivo.
El primer escalón inevitable, diríamos que inevitablemente necesario, es el de la estrategia pasiva. Aunque haya quien se quiera saltar este paso y pasar a ser un inversor activo, es desaconsejable, una forma de estrellarse y huir de la bolsa para nunca más querer volver.
En este nivel, el inversor es ciertamente cauteloso y anda indeciso en cuanto a los movimientos que va dando, necesita ser así para sentir algún tipo de seguridad en sus pasos financieros.
No exageramos si afirmamos que una gran mayoría de los inversores existentes pertenecen a este tipo, es el nivel aceptado y promocionado por cualquier institución financiera o centros/academias formativas, es el perfil estándar más aceptable para entrar en el mercado.
La estrategia pasiva basada en puntales básicos de planificación financiera, tales como tener en propiedad su vivienda, planes de pensiones, ahorro del 10% de sus ingresos, si es iniciada bastante pronto como sucede (preferentemente) cuando se empieza a trabajar, tiene alta probabilidad de que no sea necesario evolucionar a otro nivel en su tipo de inversor para alcanzar objetivos.
El inversor pasivo suele estar identificado con personas sin tiempo para destinarlo a estar pendientes de la inversión, ya sea por trabajo, negocios, ocupaciones familiares . Es normal que el inversor pasivo sea el más usual ya que la gran mayoría de personas tienen su tiempo completo con esas actividades
El inversor pasivo, por esa poca disponibilidad de tiempo en la que dedicarse a estrategias de inversión, toma la decisión de contratar a expertos en inversión que le asesoran, estudian y planifican donde invertir su dinero y como moverlo.
Estos expertos son conocedores no solo de los mercados y de cuantos productos financieros puedan incluir en la planificación financiera sino de la propia naturaleza del inversor pasivo. Así, la captación y comprensión de dichos inversores se logra con estrategias simples y fáciles de asimilar y entender por cualquiera.
Ejemplos de estrategias de inversión pasiva son la compra en fondos mutuos, acciones especialmente para dividendos, o compra de bienes raíces.
Entre más paciencia y a más largo plazo se mueva esta estrategia más índice de éxito tiene y mayores son las ganancias, sin embargo siempre estará sujeta a cumplir con la costumbre de ir contribuyendo , aportando ahorros hasta alcanzar al cabo de décadas la ansiada independencia financiera. Para llevar a alcanzar esa recompensa es necesario ser disciplinado con el capital destinándolo a ese ahorro e inversión, en vez de lo que hacen los pre-inversores que destinan todo a consumo.
Con respecto a los inversores activo la estrategia pasiva es claramente desfavorable , tiene más riesgo y menos rendimiento que aquellos. La pasividad les hace esperar que el mercado se mueva en la dirección deseada y de forma sostenida, su estrategia no aporta valor por razón de su habilidad. Así si en ciclos alcistas le dan gran rendimiento, en mercados bajistas se encuentran con rendimientos bajos o negativos.
De esta forma el inversor pasivo está sometido al vaivén de las olas del mercado, soportando los periodos de volatilidad sin reaccionar, y esperando que al final del periodo de inversión, cuando rescate su cartera el mercado haya subido considerable más de cuando se inicio la inversión por primera vez.
Sin embargo y a pesar de ello son más los puntos a favor que en contra que se encuentra en una estrategia pasiva, con lo que sigue siendo aceptable para muchos inversores estar en este tipo.
Si bien el inversor activo es superior al pasivo, el pasivo lo es con respecto al no inversor o pre-inversor, este último se queda descolgado en su lucha contra la inflación; sus ahorros intactos en teoría, van depreciándose por la subida de precios, en tanto los inversores pasivos rentabilizan su dinero en capitalización compuesta (cada euro generado por ejemplo en intereses se acumula para a su vez generar más interés).
La naturaleza del inversor pasivo, se puede visualizar como aquel que toma una posición en un activo con potencial de revalorización o buenos fundamentos y luego se sienta a esperar lo que tenga que pasar; no ejerce un control sobre su patrimonio que por ejemplo le permita encauzarlo hacia otros mercados ante situaciones de crisis. Deja pasar posibilidades de rentabilizar más su capital, amén de evitar que se deprecie en ciclos bajistas.
El inversor activo.
Evolucionando desde el inversor pasivo, llegamos al inversor activo, que plantea la gestión de su patrimonio como un negocio.
El inversor activo va a obtener todas las ventajas que tiene el pasivo, pero además gracias a su habilidad, limitará o eliminará sus desventajas para lograr un mayor rendimiento. El inversor activo no depende de que el mercado tenga que ser alcista o que tengas unas determinadas condiciones para poder ganar, su limitación es habilidad, su experiencia y conocimiento del mercado para ganarle.
El inversor activo, está en el mercado, lo tiene en la mente y siempre está maquinando, pensando para operar, mover su dinero, analizar, estudiar, descartar, perfeccionar su estrategia, siempre está activo. Es un trabajo de dedicación y duro, y por eso no todos pueden ser un inversor activo.
Los inversores activos enfocan su esfuerzo en la creación de riqueza desde el rendimiento del capital, así las pequeñas diferencias en las tasas de crecimiento durante largos períodos de tiempo hacen grandes diferencias en la riqueza, diferencias mucho más grandes de las que se podrían lograr trabajando para el próximo aumento de sueldo.
El factor más importante para construir su patrimonio no es cuánto gana, sino cuánto gana su dinero y cuánto tiempo se acumula.
Para conseguir esto, el inversor activo, crea un plan estratégico para explotar las ineficiencias existentes en el mercado. El término para esto se conoce como “ventaja” y es idéntico a la ventaja competitiva que busca un emprendedor en los negocios. La ventaja competitiva debe agregar más valor del que quitan los costos de transacción o no obtendrá ganancias.
Cuando se habla de ineficiencias del mercado estamos hablando de activos infravalorados. Gracias a nuestra habilidad, y con el tiempo la mejora de esta, podremos detectarlos y aprovecharlos para obtener ganancia, esto es lo que es invertir en definitiva. Así con la inversión activa, lo que hacemos es reducir el riesgo y maximizar la rentabilidad.
¿Y donde están esos infravalorados? Esto es algo que se logra cuantos más años de experiencia y conocimiento se acumulen, lo que no tenemos es una X en el mapa predefinido para que sepan los inversores donde está el chollo, las estrategias de inversión activas son infinitas, tantas como activos y/o inversores existan. El uso del análisis fundamental y el análisis técnico son de considerable ayuda como apoyo a desarrollar esa sabia experiencia que logrará.
La mejor y más efectiva arma para que el inversor activo posee para una estrategia de éxito es la energía y tiempo dedicado a extraer del mercado esas ineficiencias. Con la inversión activa se obtiene la libertad financiera, pero no es una libertad en la que puedas decir que se obtiene sin hacer nada, no, de hecho es un trabajo exigente y duro que requiere de su esfuerzo constante.
Más activo aún: el trader.
Dentro de los tipos de inversores, tenemos que hacer distinción de lo que sería “el trader”, este perfil va un paso más allá de la inversión activa como tal, maneja rangos temporales de actuación muy cortos y casi desestima el análisis fundamental. Su forma de operar lo apoya básicamente en el análisis técnico, buscando impulsos muy cortos en el que el mercado se mueve al calor de eventos o circunstancias puntuales que se adapten a su forma de operar. Obedecen a una forma de actuar más mecanica que analítica , aunque requiere previamente de ese mismo análisis .
Un trader, conocido también como operador intradía o de corto plazo, lo que hace es tradear, o sea, operar , no invertir, y se caracteriza por la frecuencia y cantidad de operaciones que hace cada día o periodo corto de tiempo.
Diferenciando la inversión del trading.
Es frecuente querer hacer una distinción entre especulación e inversión, esto es una falsa dicotomía pues todo es especulación. Cada vez que se compra cualquier activo en un mercado se está especulando con una revalorización del mismo, con un futuro rendimiento, el primero y último fin de la inversión en bolsa es ganar dinero, sea a corto o largo plazo.
La inversión está basada en fundamentos objetivos para la valoración del activo, mientras que lo que por otro lado lo que se llama especulación se basa en el seguimiento del precio y en alcanzar objetivos, por lo general en el corto plazo . Así en la inversión, se ha estudiado, se analizado, el propio activo desde dentro y desde fuera, y se tiene la consideración de que en algún momento ese valor se verá reflejado en la cotización. En cambio en el lado especulativo maneja unos marcos temporales cortos y que esperan que se den una serie factores que impulsen el precio hasta el nivel que se ha fijado para salir, el único interés del especulador es saber el precio y su movimiento.
Bien pues el trader es una forma extrema de especulador más parecido a un jugador y que por descontado no atiende tanto al análisis fundamental, ni le importa lo infravalorada o sobrevalorado esté un activo, su mayor preocupación es que el activo se mueve, y luego detectar en su movimiento patrones de comportamiento que pueda aprovechar para sacar partida a su operativa.
Podemos señalar las siguientes diferencias entre inversores y traders:
- Rango temporal para operar: el trader opta por una inversión a corto o ultracorto plazo, intradía inclusive , manteniendo las posiciones semanas, días, horas o minutos, depende de su marco temporal de actuación. Los traders intradiarios, de hecho, compran y venden en un solo día de negociación. Un inversor, sin embargo, se inclina hacia la inversión a largo plazo. Conservan la posición durante años, para generar plusvalías.
- Riesgo: un trader ya asume, incluso espera y desea, que el precio del activo en el que opera se mueva, arriba o abajo, pero que se mueva. De tal forma podemos decir que el trader parece insensible al riesgo, convive y cuenta con él, y esto es una diferencia grande con el inversor que busca prioritariamente reducir el riesgo.
- Orientación del negocio : los traders orientan su actuación en vender por encima de la compra y apoyados en su habilidad para entrar y salir rápido , realizar cuantas más operaciones puedan, más operaciones supone más ganancia, al menos los buenos traders. Así están siempre monitoreando el mercado para detectar algún activo que cumpla patrones de comportamiento del precio en el que poder hacer sus operaciones. El inversor, orientado en el largo plazo, invierte en el mercado durante un período más largo, el beneficio proviene en gran medida del poder del interés compuesto como pasa en el inversor pasivo.
- Psicología: un inversor es lo suficientemente paciente como para quedarse quieto y aferrarse a una inversión a largo plazo. Mientras tanto, un trader no espera, salta a buscar el mercado, da la bienvenida al riesgo, tiene estudiado su plan de actuación al cual se suele ajustar para operar, al menos mientras funcione. Los traders toman decisiones rápidas y ágiles, rectifican si es necesario porque el mercado se ha dado la vuelta.
- Toma de decisiones: los inversores pueden tardar mucho antes de decidirse a entrar en una inversión . Estudian mucho los fundamentales que afectan a un bien activo . Los traders pueden atender también a los fundamentales de un activo, pero no le son imprescindibles y se apoyan sobretodo en análisis técnicos utilizando gráficos de precios y otras herramientas. Su toma de decisiones tiende a ser más rápida, pero generalmente ya tienen una estrategia para guiarlos.
- Exigencias de capital: los traders para obtener beneficios sustanciales, precisan negociar grandes cantidades del activo , bien sea de una sola vez, o bien en base a hacer muy frecuentes operaciones. Normalmente operan con márgenes establecidos por su broker atendiendo al mercado y producto a usar, así no necesitan del valor total del activo sino de ese margen de seguridad para operar. Los inversores, por otro lado, deben organizar los fondos por su cuenta. También pueden estar bloqueados en una inversión durante más tiempo, mientras que los traders suelen liquidar posiciones rápidamente, así por ejemplo los intradía dejan todas sus posiciones cerradas al final de cada jornada, esto ayuda a dormir más tranquilo.
¿Cual es mi estrategia de inversión?
Es tan difícil de responder esa pregunta como de poder decirle quien es usted, es decir, para conseguir averiguar cual es su mejor estrategia de inversión tiene que analizarse a sí mismo, además de la propia situación de mercado y producto a invertir, para adecuar su forma de invertir.
Una vez identificada su forma y estrategia de inversión, puede evolucionar a otros tipos según sus habilidades y experiencia vayan sumando, con lo que es saludable que cada cierto tiempo se replantee que tipo de estrategia es la suya.
Hay quienes no disponen de tiempo porque su trabajo o su negocio requiere una completa dedicación con lo que les sería imposible ser un inversor activo.
En otros casos, hay personas que empezaron bastante tarde a invertir y precisaban ser más activos para hacer crecer su capital con vistas a la jubilación. Estas personas en muchos casos afrontaran la inversión activa, como una necesidad para cumplir con el objetivo, las prisas y urgencias en la bolsa son malas compañeras de viaje, le hacen a uno ignorar riesgos y tomar malas decisiones.
Si está planteándose la elección entre ser un trader o un inversor dependerá de sus necesidades financieras y de su enfoque financiero. Ambos métodos aportan beneficios siempre que actúe de forma disciplinada, pero recuerde que es bueno ir cumpliendo los pasos y no saltarse los niveles, y en estos, el último al que acceder es el de trader, hace falta mucha experiencia y aplomo para moverse ágilmente en los mercados y además tener éxito.
Resumiendo sobre definir tipos de inversor.
Existen tres tipos de inversores: preinversores, pasivos y activos.
En cada tipo o nivel de inversor requiere una mayor dedicación y esfuerzo que el anterior y supone también una mayor potencial recompensa.
Es conveniente y hasta necesario no saltarse los niveles por los que se escala, debe aprovechar que cada nivel le aportará las habilidades, conocimientos, experiencia para seguir subiendo.
Planteándose las siguientes cuestiones le ayudarán a situarse en el perfil de inversor que más se adecue a usted :
- ¿Tengo la motivación y el tiempo necesarios para adquirir las habilidades que me lleven a ser un inversor activo?
- ¿Tengo la adecuada tolerancia a mantenerme inalterable y paciente ante los vaivenes del mercado, inclusive fuerte volatilidad, a lo largo de años hasta alcanzar objetivo que se requiere en la inversión pasiva?
- ¿Disfrutar de mi libertad financiera ya alcanzada o alcanzar dicha libertad financiera tan pronto como sea posible. Cual de los dos es mi objetivo ?
- ¿Los años hasta mi jubilación son suficiente para que la inversión pasiva me de un rendimiento aceptable o necesito un rendimiento mayor propio de la inversión activa?
- ¿Qué diferencia haría a mi futuro financiero si pudiera generar rendimientos más altos con menos riesgo y, por lo tanto, aumentar mi riqueza mucho más rápidamente? ¿Qué aportación me daría eso? ¿debe ser un objetivo prioritario?
¿Qué tipo de inversor vas a ser? no es un tema menor definir esta pregunta de modo que hará bien en analizarla, pensarla y tomar una decisión en función de ello.