La Beta es un término utilizado en bolsa para medir cuánto varía el precio de una acción o activo si lo comparamos con el mercado, el cual suele estar representado a este efecto por el S&P 500. Este índice tiene una beta de 1.0. Así si por ejemplo tenemos una acción con una beta por encima de 1.0 , tendremos que es más arriesgado invertir en ella que el promedio del mercado ; si la beta estuviera por debajo de 1.0 sería un riesgo menor al del mercado.
¿Cómo funciona la Beta?
La beta nos ayuda a entender cómo se mueve una acción en relación con el mercado. En términos simples, nos indica si el precio de esa acción sube o baja de forma más intensa que el mercado en general. Los analistas calculan la beta utilizando una fórmula matemática que compara cómo se mueven los precios de una acción frente a los cambios en el mercado.
En la teoría, la beta se usa dentro del Modelo de Precios de Activos de Capital (CAPM), que relaciona el riesgo de una acción con el rendimiento esperado de esa inversión. Es una herramienta útil para fijar el precio de valores con riesgo, estimando lo que un inversor podría esperar ganar o perder con esa acción.
Como se calcula la Beta
Para calcular la beta de una acción aplicaríamos la siguiente formula:
En donde:
Valores
¿Cómo usamos los Inversores la Beta?
Los inversores utilizan la beta para medir el riesgo que una acción podría añadir a su cartera. Una acción con una beta baja es menos riesgosa, pero también ofrece menos oportunidades de obtener grandes rendimientos. En cambio, una acción con una beta alta podría aumentar el riesgo, pero también tiene más potencial para generar mayores rendimientos.
Es importante que los inversores comparen las acciones con el índice adecuado. Por ejemplo, no tiene sentido comparar el rendimiento de un ETF de bonos con el S&P 500, ya que los bonos y las acciones no se comportan de manera similar.
R-Cuadrado y la relevancia de Beta
El R-cuadrado es una medida que muestra qué tan bien los movimientos de una acción coinciden con los movimientos del mercado. Si el R-cuadrado es alto, eso significa que la beta es relevante y la acción sigue de cerca el comportamiento del mercado. Un R-cuadrado bajo indica que la acción no está muy correlacionada con el mercado.
Riesgo Sistemático vs. Riesgo Específico
Los inversores también deben tener en cuenta dos tipos de riesgo:
- Riesgo sistemático: Es el riesgo de que todo el mercado sufra una caída. Este riesgo no se puede evitar mediante la diversificación.
- Riesgo específico: Es el riesgo relacionado con una acción o un sector en particular, como una empresa que no va bien. Este riesgo sí puede reducirse diversificando las inversiones.
Teoría vs. Práctica
La beta es útil, pero tiene limitaciones. En la teoría, asume que los rendimientos de las acciones se distribuyen de forma normal (es decir, siguen una distribución predecible). Sin embargo, en la práctica, los rendimientos de las acciones no siempre siguen esta distribución, lo que puede hacer que las predicciones de la beta no siempre sean precisas. Por ejemplo, una acción con baja beta podría estar en una tendencia bajista, lo que podría no reflejarse en su beta.
La Beta no es perfecta como medida de riesgo
Aunque la beta es útil para entender la volatilidad y el riesgo a corto plazo, no es una medida perfecta del riesgo total. La beta solo refleja cómo una acción ha reaccionado al mercado en el pasado y no predice con certeza cómo se comportará en el futuro. Además, no tiene en cuenta factores importantes como el crecimiento futuro de una empresa o su potencial de ganancias.
De todas formas la beta es una herramienta de ayuda a los inversores para entender la volatilidad de una acción en relación con el mercado. Aunque es útil para evaluar el riesgo y la volatilidad, no debe ser la única medida al tomar decisiones de inversión. Es importante considerar otros factores y entender que la beta no predice el rendimiento futuro de una acción.